lunes, 27 de octubre de 2008

Como quien se para en el abismo


Como para quien el abismo ya es su casa

observo el derrumbe


Las estructuras firmes
como señoras regordetas
se quiebran
se despedazan
para luego morir


Por años se ha construido

con ladrillitos de plástico
hoy dejados a un lado

Quebrantados por el estornudo

del estremecedor viento


Espasmo inmutable

Gritos, gritos, gritos

Y más gritos de dolor

Estando al borde del precipicio

aún sostienes mi mano...

"Que se abran las esclusas
del reprimido llanto
y lloremos, a gritos
estentóreos, salvajes,
el mentón temploroso,
sin compás, ni guitarra,
las mejillas chorreantes,
los párpados acuosos.
(...)
Lloremos por las uñas,
por los pies, por los dientes
(...)
Lloremos y lloremos
impudorosamente,
sin tregua, ni descanso"
El mismo de antes...


1 comentario:

Nicolás dijo...

Confieso que me dio un poco de vertigo esta poesía...
Empieza jodidada...