lunes, 23 de junio de 2008

El Once

Barrio Balvanera
Once
Tal vez, Plaza Miserere

La plaza
El subte
Quizás, la estación del tren

Los vendedores de chucherías
Los niños perdidos
Los trabajadores apurados,
cansados

Los de acá
Los de allá, los del extranjero
Chinos, peruanos, paraguayos,
bolivianos, turcos...

Los de distintas religiones
judíos, católicos, evangelistas
mormones, budistas...

Todos,
Todos ellos
conviviendo en un mismo escenario...

miércoles, 18 de junio de 2008

Cruce, Segunda Función. 20 y 27 de Junio. Espacio Cultural FALSA ESCUADRA. Av. Garay 3050. 22 Hs

ZAPATOS


Sus zapatos disipados en el espacio

Tal vez cansados por el andar


Caminos, sin hallar ningún atajo

Quiere parar, detenerse

Transformar el lugar en un olimpo

Que le irrite el cantar de los pájaros

El áspero pasto crecido

Que el sol ciegue sus ojos

Y el mar sus oídos

Que sustancial sea la calma

Y el olvido…


Su camisa transpirada

Reposada en una silla,

Quizás para mañana…


Sus manos fastidiadas

De la labor cotidiana,

Invierten el instante.


Su legado era aquel

El del hombre diario

Al que su espasmo


Despierta por las noches

domingo, 15 de junio de 2008

Cruce, Segunda Función. 20 y 27 de Junio. Espacio Cultural FALSA ESCUADRA. Av. Garay 3050. 22 Hs

La afirmación es el hilo conductor,
la negación es el fin del todo...


Emilia

Emilia, tus ruinas las leí con buena voz,
tienen puertas como tú.
Qué ridículas mis cartas,
Qué ridículas las sombras de mis sueños.
Qué bien te recuerdo llorando.

Emilia, has ido junto con cada canción,
escondida en un baúl
como un signo inevitable,
y hay anécdotas tirándome del ceño.
Qué bien te recuerdo llorando.

Qué dirá tu instinto cuando sienta esta
canción
y qué dirás tú, que te acercas
a la máxima distancia entre nosotros.
Quién conoce que un soldado moribundo te cantaba,
que hubo olores de una selva,
que había cines,
que llovía.
Vallejo así nos descubrió,
Byron estaba en su lugar.
Todo pasaba con nosotros.
Emilia, que horriblemente hermoso
era aquel tiempo.

Emilia, qué pasa,
cuál resaca nos llevó al silencio,
a recordar.
Algún viento nos ha dado
y en sus puntas discutimos con la muerte:
que no te convenza llorando,
Emilia.

S.Rodriguez